viernes, 22 de diciembre de 2017

LA LIBERTAD CUESTA CARA

La libertad cuesta muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio
José Martí

Por Pedro Corzo

Aunque algunos piensen lo contrario, no se han denunciado suficientemente los horrores del castrismo, en particular,  los despiadados fusilamientos y la crueldad de la prisión política.

En Cuba antes del establecimiento del totalitarismo no llegaban a una docena las prisiones. 30 años después eran más de 300 las cárceles y campos de trabajo forzado que podían rivalizar por la crueldad de los esbirros que allí vigilaban, con sus iguales de la Alemania nazi, de la Unión Soviética, China o Corea comunista.

Por las cárceles castrista en estos 58 años ha pasado más de medio millón de hombres y mujeres porque les sobró voluntad para pagar el alto precio para ser libres  y  ciudadanos de pleno derecho.

El presidio político cubano es el más longevo y diverso de América, además el más numeroso, en particular el de las mujeres, las féminas cubanas sumas miles de años tras las rejas, algunas cumplieron más de 18 años de cárcel y más de un centenar de hombres superaron las 25 navidades encarcelados con al menos dos que superaron todas las marcas Ignacio Cuesta Valle, 29 años y Mario Chanes de Armas 30.  

Lo más doloroso es que la prisión política no ha terminado. Junto a decenas de prisioneros está Janet Pérez Quevedo,  recientemente galardonada con el Premio Libertad Pedro Luis Boitel y Armando Sosa Fortuny, más de 40 años preso en dos etapas, reconocido con la orden Lázaro Machado, ambos cuentan con el apoyo de organizaciones de exiliados como el Directorio Democrático, Plantados hasta la Libertad de  Cuba, la Casa del Preso y el Presidio Político Histórico por solo mencionar unas pocas entidades.

No obstante, a pesar de los padecimientos personales y familiares que genera la prisión, hay que destacar que la mayoría de los expresos  tienen la convicción de que la cárcel les hizo mejores ciudadanos y estimuló su amor a la libertad y la defensa de sus derechos, lo que demuestran cuando comentan con sumo orgullo que fueron presos del castrismo y con la constitución de organizaciones que se identifican exclusivamente por que sus miembros fueron prisioneros políticos.

Hay varias organizaciones, todas de gran prestigio y con activistas que honran la cubanía,  pero hay una en particular que por sus prácticas de solidaridad y condición de santuario  demanda una mención especial y es la Casa del Preso que dirige Enrique Ruano, que es también la sede  del Presidio Político Histórico Cubano que preside José Luis Fernández por un segundo periodo.

Hace varios años el ex prisionero político y notable activista a favor de la democracia en Cuba, Luis Gonzalez Infante, publicó un trabajo en el que reseñaba varias organizaciones de ex presos políticos, entre ellas, el Ex-Club, que preside Ángel Cuadra, la Federación Mundial de Expresos Políticos, que dirige Eugenio LLamera; el Consejo Nacional del Presidio Político, cuyos  voceros son dos referentes de la lucha contra la dictadura,  Roberto Martín Pérez y Pedro Fuentes Cid; la Coordinadora Internacional de Ex presos y Ex presas Políticos, dirigida por una mujer que se distingue por su constancia y dedicación,  Neli Rojas, y el Comité Internacional de Ex Presos Políticos, que cuenta con una dirección colegiada.

Más allá del sur de la Florida los ex prisioneros políticos cubanos también demuestran su orgullo de haber combatido la dictadura dinástica. La Asociación de Ex Presos Políticos Cubanos en Venezuela que dirige Pedro Pérez Castro, la Unión de Ex Presos Políticos Cubanos de Puerto Rico que dirigen Kemel Jamiz y Gerardo Morera, en California opera la Asociación Libertad Presos Políticos Cubanos, que preside René Cruz otro ejemplo de compromiso con la Patria, y  la Unión de Ex presos de la Zona Norte, integrada por ex prisioneros de New York, New Jersey, Connecticut y zonas aledañas, dirigida en el presente por  Aurelio Candelaria.

Todas reflejan el compromiso de sus miembros con la libertad y los derechos humanos. La cárcel les preparó para ser mejores ciudadanos, para sentir y mostrar con orgullo su condición de ex presos políticos.  
https://ssl.gstatic.com/ui/v1/icons/mail/images/cleardot.gif

Artículo escrito por Pedro Corzo y publicado en el Nuevo Herald.
La libertad cuesta muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, 
o decidirse a comprarla por su precio
José Martí

21 de diciembre de 2017

Por Pedro Corzo

Aunque algunos piensen lo contrario, no se han denunciado suficientemente los horrores del castrismo, en particular,  los despiadados fusilamientos y la crueldad de la prisión política.

En Cuba antes del establecimiento del totalitarismo no llegaban a una docena las prisiones. 30 años después eran más de 300 las cárceles y campos de trabajo forzado que podían rivalizar por la crueldad de los esbirros que allí vigilaban, con sus iguales de la Alemania nazi, de la Unión Soviética, China o Corea comunista.

Por las cárceles castrista en estos 58 años ha pasado más de medio millón de hombres y mujeres porque les sobró voluntad para pagar el alto precio para ser libres  y  ciudadanos de pleno derecho.

El presidio político cubano es el más longevo y diverso de América, además el más numeroso, en particular el de las mujeres, las féminas cubanas sumas miles de años tras las rejas, algunas cumplieron más de 18 años de cárcel y más de un centenar de hombres superaron las 25 navidades encarcelados con al menos dos que superaron todas las marcas Ignacio Cuesta Valle, 29 años y Mario Chanes de Armas 30.  

Lo más doloroso es que la prisión política no ha terminado. Junto a decenas de prisioneros está Janet Pérez Quevedo,  recientemente galardonada con el Premio Libertad Pedro Luis Boitel y Armando Sosa Fortuny, más de 40 años preso en dos etapas, reconocido con la orden Lázaro Machado, ambos cuentan con el apoyo de organizaciones de exiliados como el Directorio Democrático, Plantados hasta la Libertad de  Cuba, la Casa del Preso y el Presidio Político Histórico por solo mencionar unas pocas entidades.

No obstante, a pesar de los padecimientos personales y familiares que genera la prisión, hay que destacar que la mayoría de los expresos  tienen la convicción de que la cárcel les hizo mejores ciudadanos y estimuló su amor a la libertad y la defensa de sus derechos, lo que demuestran cuando comentan con sumo orgullo que fueron presos del castrismo y con la constitución de organizaciones que se identifican exclusivamente por que sus miembros fueron prisioneros políticos.

Hay varias organizaciones, todas de gran prestigio y con activistas que honran la cubanía,  pero hay una en particular que por sus prácticas de solidaridad y condición de santuario  demanda una mención especial y es la Casa del Preso que dirige Enrique Ruano, que es también la sede  del Presidio Político Histórico Cubano que preside José Luis Fernández por un segundo periodo.

Hace varios años el ex prisionero político y notable activista a favor de la democracia en Cuba, Luis Gonzalez Infante, publicó un trabajo en el que reseñaba varias organizaciones de ex presos políticos, entre ellas, el Ex-Club, que preside Ángel Cuadra, la Federación Mundial de Expresos Políticos, que dirige Eugenio LLamera; el Consejo Nacional del Presidio Político, cuyos  voceros son dos referentes de la lucha contra la dictadura,  Roberto Martín Pérez y Pedro Fuentes Cid; la Coordinadora Internacional de Ex presos y Ex presas Políticos, dirigida por una mujer que se distingue por su constancia y dedicación,  Neli Rojas, y el Comité Internacional de Ex Presos Políticos, que cuenta con una dirección colegiada.

Más allá del sur de la Florida los ex prisioneros políticos cubanos también demuestran su orgullo de haber combatido la dictadura dinástica. La Asociación de Ex Presos Políticos Cubanos en Venezuela que dirige Pedro Pérez Castro, la Unión de Ex Presos Políticos Cubanos de Puerto Rico que dirigen Kemel Jamiz y Gerardo Morera, en California opera la Asociación Libertad Presos Políticos Cubanos, que preside René Cruz otro ejemplo de compromiso con la Patria, y  la Unión de Ex presos de la Zona Norte, integrada por ex prisioneros de New York, New Jersey, Connecticut y zonas aledañas, dirigida en el presente por  Aurelio Candelaria.

Todas reflejan el compromiso de sus miembros con la libertad y los derechos humanos. La cárcel les preparó para ser mejores ciudadanos, para sentir y mostrar con orgullo su condición de ex presos políticos.  
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Artículo escrito por Pedro Corzo y publicado en el Nuevo Herald.

jueves, 21 de diciembre de 2017

LA CABAÑA, NO ARTE, SI LAGRIMAS Y MUERTE


La Cabaña, lágrimas y muerte.


ILEANA ARANGO PUIG: La Cabaña, lágrimas y muerte 
 Como mujer cubana, he leído, oído y comentado sobre los abusos a las Damas de Blanco, sobre los viajes a Cuba, sobre los que han dado conferencias en EEUU o en Cuba, sobre la posibilidad de invertir en ésta última, sobre el incremento de detenciones a los disidentes. ¿Por qué escribo ahora sobre la fortaleza de La Cabaña, en La Habana? Porque un artículo sobre la XI Bienal de La Habana que leí hace poco decía: “En las plazas, calles, fosas y bóvedas de La Cabaña podemos apreciar esta selección de arte….”
La Cabaña representa para un número incalculable de cubanos tristeza, separación de los seres queridos, lágrimas, meses y años de cautiverio, celdas hacinadas, carentes de toda higiene, calor sofocante, requisas, vejaciones, golpizas, bayonetazos, huelgas de hambre, muerte, un último abrazo, fusilamientos, una última exhalación de “Viva Cristo Rey”, “Viva Cuba Libre”. La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.
La Cabaña: Familiares –hombres, mujeres, ancianos, ancianas, jóvenes y niños– en el parque al pie de la Fortaleza de la Cabaña, bajo la inclemencia del tiempo –sol, frío, lluvia– esperando oír el nombre del familiar. Subir el empinado camino hacia la cárcel, pasando frente al paredón de fusilamiento, larga espera en fila para la vejaminosa requisa personal. Se cruza la reja y finalmente el abrazo y el beso al ser querido, cinco minutes o una hora, no importaba. Pero para muchos familiares significaba llegar a la reja y oír de una manera fría, burlona y despiadada que su familiar había sido fusilado la noche anterior. La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.
La Cabaña: Juicios que eran una farsa, presididos por hombres carentes de escrúpulos, disfrutando del dolor de todos los presentes, presos y familiares; las sentencias ya impuestas de antemano; donde a los abogados de la defensa se les negaba ejercer su profesión y eran objetos de burla. Sentencia: fusilamiento, 30 años, 20 años, 15 años, 10 años. La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.
La Cabaña: días de Playa Girón. Cuba está de luto, Cuba está empapada en sangre, Cuba de Oriente a Occidente envuelta en fusilamientos. En La Cabaña, todos los días los vivos se despedían de sus hermanos de lucha sentenciados a ser fusilados; los vivos en sus celdas, silencio, rezos, lágrimas, los sentenciados a muerte caminaban encadenados a su encuentro con Dios sin despedirse de sus seres queridos, sin dar un último beso a sus padres, esposas, hijos, “Viva Cristo Rey”, “Viva Cuba Libre”, el tiro de gracia… La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.
Yo viví todo esto. Visité innumerables veces esta horrible prisión política, estuve presente en varios juicios políticos, los de mi hermano Eduardo Arango, mi esposo Ramón “Rino” Puig, y el de mi hermana Ofelia Arango y mi cuñado Manuel “Ñongo” Puig (éramos dos hermanas casadas con dos hermanos). Este último se llevó a cabo el 19 de abril de 1961 en La Cabaña. Comenzó a las 9:00 a.m. y terminó a las 9:00 p.m. Ocho fueron sentenciados a muerte y ocho fueron fusilados, entre ellos mi cuñado, en la madrugada del 20 de abril de 1961 en los fosos de La Cabaña –sede de la exhibición de arte–. Viva Cristo Rey”, “Viva Cuba Libre”… tiro de gracia… sangre… silencio. La Cabaña es sinónimo de lágrimas y muerte.
En La Cabaña estuvieron presos o murieron hombres con coraje, hombres de principios, hombres que no se doblegaron, hombres que quisieron y quieren a su patria, hombres que lo dieron todo por nosotros.
La Cabaña, ¿arte? No. Lágrimas y muerte.
Ileana Arango Puig
Vicepresidenta de M.A.R. por Cuba


COMITE INTERNACIONAL DE EX PRESOS POLITICOS CUBANOS

domingo, 17 de diciembre de 2017

MUERTO EN COMBATE JESUS BRINGAS

LA FOTO DE HOY.
UN NINO HEROE Y MARTIR JESUS BRINGAS DEBORA, MUERTO EN COMBATE, TENIA AL MORIR 17 ANOS, MIEMBRO DE LA GUERRILLA, DE JUAN JOSE CATALA COSTA,"EL PICHE" EN UN COMBATE DESIGUAL, OCURRIDO AL NORTE DE BOLONDRON, EN LA CASA DE LA FAMILIA JUNCO,NO HUBO SOBREVIVIENTES, PUES LA GUERRILLA ESTABA OCULTA EN UN SUBTERRANEO DENTRO DE LA CASA Y SEGUN IBAN SALIENDO, EN ZAFARRANCHO DE COMBATE,,SERIAN MASACRADOS POR LOS COMUNISTAS, ESTO OCURRIO EL 23 DE MARZO DE 1963, DE ESTA FAMILIA, SOLO SALIO DIGNOS PATRIOTAS, LOS CUALES MAS ADELANTE PUBLICAREMOS UNA SIPNOSIS, DE SUS VIDAS Y SUS LUCHAS. 54 AÑOS HAN PASADO DE ESTA HORRIBLE MASACRE, NUNCA NOS OLVIDAREMOS DEL HEROISMO DE ESTOS HOMBRES
cid:image001.jpg@01D3766F.7BCCC0A0

Colaboración de Pepe Bello

martes, 12 de diciembre de 2017

RECORDANDO A UN GRAN PATRIOTA

--------- Mensaje reenviado ----------
De: Jose Jimenez <jimenez196@aol.com>
Fecha: 9 de diciembre de 2017, 9:18
Asunto: LA FOTO DE HOY
Para: jimenez196@aol.com


LA FOTO DE HOY
OSVILDO PRADERA MONTERO "CHICHO",NATURAL DE MANICARAGUA,PERO DESARROLLO SU VIDA EN CABAIGUAN,LAS VILLAS,ALZADO EN EL ESCAMBRAY DESDE FINALES DE 1960, CON EL GRUPO DE CESAR PAEZ Y RAMONIN QUESADA, CAPTURADO FUE CONDENADO A 20 ANOS EN LA CAUSA 460/1964 LH. EN LAS CANTERAS DE TRABAJOS FORZADOS ENTRE LA PRISION Y NUEVA GERONA,EL CABO DE LA GUARNICION CONOCIDO COMO "PERRO PRIETO" LE DIO UN TIRO EN LA INGLE,QUE LO MANTUVO EN ESTADO GRAVE POR SEMANAS, CUANDO PROTESTO POR UNA PALIZA QUE LE ESTABAN AL NORTEAMERICANO LARRY.CUMPLIO 19 ANOS DE PRISION POLITICA, NUMERO EN EL PRESIDIO DE ISLA DE PINOS #27903. EN EL EXILIO VIVIO PRIMERO EN MIAMI Y LUEGO SE MUDO A NEW JERSEY, DONDE PUSO UNA ZAPATERIA Y FUE MIEMBRO ACTIVO DE LA UNION DE EX PRESOS POLITICOS CUBANOS,HASTA SU MUERTE FUE TESORERO DE LA MISMA, MURIO EL 30 DE OCTUBRE DEL 2012,CUANDO DESPUES DE LA TORMENTA "SANDY" QUE AFECTO LA COSTA ESTE DE USA. SE DIRIGIA A ABRIR EL LOCAL DE LA UEPPC Y SE CAYO EN LA CALLE ,SUFRIENDO UN GOLPE EN LA CABEZA QUE TERMINO SU VIDA DE LUCHA VERTICAL Y TRABAJO EN ETERNA SUPERACION, EN PAZ DESCANSE "CHICHO" TU EJEMPLO ES IMPRECEDERO.
La imagen puede contener: 1 persona, sonriendo, gafas y primer plano

domingo, 26 de noviembre de 2017

SIGUEN CAYENDO LOS ROBLES

COMITE INTERNACIONAL DE EX-PRESOS POLITICOS CUBANOS added 2 new photos.
4 hrs
LA FOTO DE HOY.
JOSE RAMON COSSIO MARTINEZ, MIEMBRO DEL MRP.CUMPLIO 10 ANOS DE PRISION POLITICA EN CUBA, DE DONDE SALIO PARA LOS ESTADOS UNIDOS EN 1978 Y SE RADICO EN EL ESTADO DE LOUSIANA, ALLI FUNDO CON GUILERMO BANGO LA ASOCIACION DE EXPRESOS POLITICOS CUBANOS DEL ESTADO, QUE FORMABA PARTE DE LA FEDERACION MUNDIAL DE EXPRESOS POLITICOS CUBANOS. MURIO EN NEW ORLEANS, EN LA DECADA DE 1990.
ROBERTO BORRELL LEMUS, FORMO PARTE DE UNA DE LAS GUERRILLAS QUE COMBATIO EN EL ESCAMBRAY EN CONTRA DE LOS HERMANOS CASTRO. FUE CAPTURADO HERIDO EN JUNIO DE 1961. NUNCA SE HA SABIDO QUE PASO DESPUES DE SU CAPTURA.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

OTRO JIRON, ESTE EN BAHIA DE COCHINOS


 José Bello, colaborador
Espeluznante Narración del Brigadista     por Emilio Valdés Calderón
El brigadista Emilio Valdés Calderón, 3099, salió de Cuba el 8 de Noviembre de 1959 y regresó con un rifle an la mano el 17 de Abril de 1961. Fue estudiante de la "Academia Marrero", en el Reparto Almendares, cerca de La Habana, y miembro del Cuerpo de Tallares de la Policía Nacional, en el Cuartel Maestro. Actualmente, 1992, es el Delegado de la Brigada 2506 en California. Su relato del viaje en «La Rastra de la Muerte» es profundamente conmovedor, al mismo tiempo que causa indignación por la crueldad y bajezas de los comunistas.
En la Ciénaga... en la rastra...
No, no: no vamos a leer un episodio de horror cometido durante la ocupación de Polonia por los nazis. No, no: no relataremos cuando miles de judíos eran apilados en vagones de trenes completamente cerrados, en los que viajaban desde Varsovia a Treblinka: el Campo de la Muerte donde fueron exterminados más de un millón de hombres, mujeres y niños.
Lo que expondremos a continuación es el testimonio de un cubano, miembro de la Brigada de Asalto 2506, quien sobrevivió en el macabro y gigantesco refrigerador ambulante del tirano Fidel Castro.
Emilio estuvo en aquella rastra de Torquemada en la que perecieron asfixiados nueve brigadistas y un jóven que, por equivocación o venganza personal, fue introducido en esa cámara de torturas que comandó el infame Osmani Cienfuegos, desde Girón a La Habana.
En el local del semanario "20 de Mayo", en Los Angeles, California, vamos a entrevistar a Emilio Valdés Calder6n, 3099 del Cuarto Batallón (Bon-blind) de Infantería de la Brigada. Están presentes otros dos distinguidos combatientes de Girón Orlando Atienza Pérez y Sergio G. Diaz Morejón.
No fue fácil convencer a Emilio - de personalidad introvertida - para que accediera a éste diálogo público, ya que se emociona profundamente cuando recuerda aquellas ocho horas de terror en la rastra. Pero, patriota al fin, por primera vez revela a la prensa su espantosa experiencia.
EN LOS PANTANOS DE LA CIENAGA DE ZAPATA
Mocetón de seis pies de estatura y 220 libras de peso, de carácter apacible y conducta irreprochable, recta, impecablemente caballerosa, a quien un "Lord" inglés calificaría de "gentleman", Emilio Valdés primeramente nos habla de lo ocurrido en la Ciénaga de Zapata, antes de ser amontonado en la fatídica rastra:
"Del barco Caribe desembarcamos en Playa Girón De allí nos trasladamos al aeropuerto, y con la Tercera Compañía, al mando de Mojica, Ilegamos a Playa Larga en el medio de un feróz combate. El cielo vibraba por los impactos de la metralla.
Al terminársenos las balas, recibirnos órdenes de retirada y tratar de Ilegar a Cienfuegos. En mi grupo habiamos aproximadamente unos 140 hombres. Desde donde estábamos, cerca de San Blás, divisamos un barco aliado a corta distancia de Girón.
Arrancamos un espejo de un jeep que encontramos, y uno de nosotros que sabía Clave Morse transmitió un mensaje hacia dicha embarcación, para que sus tripulantes nos rescataran. Era un buque de Estados Unidos. Nos respondieron que no podían recogernos. Era el 19 de Abril de 1961.
"Nos internamos en Ia Ciénaga y pronto la noche nos cubrió con su negro manto. Paramos en un punto para descansar. Estábamos agotados y sedientes. Dormimos algo, y cuando desperté, como a las cinco o sels de la mañana, pude comprobar que sólo quedábamos unos catorce.
Comenzamos a caminar - algunos casi no podían. Tan débiles nos sentíamos que los rifles nos lucían de 100 libras. Sin comida, sin agua. Pero como un milagro al encontrar alguien un oasis en el desierto, tropezamos con un pozo.
"El agua estaba muy sucia, pero gracias a Dios teníamos pastillas de cloro, y la convertimos en potable. Aparecieron unas boteIlas: no se de dónde salieron. Entonces, usando los pañuelos de todos, logramos llenarlas del precioso liquido. Parecía que estábamos viviendo una fantasía, una película; pero no: era una cruda realidad."
¿Que edad tenía en esa fecha?
Ventidós años, veintidós años... ¡Uffff!... Bueno: mi hermano Francisco estaba conmigo. También mi primo, Humberto Ulloa, y nuestro tío Rosendo VaIdés. Este último se nos perdió, junto con muchos otros. Seguimos deambulando y observamos huellas de una vaca. Febrilmente la buscamos... No era una vaca cualquiera -como la de la canción, usted me entiende... pero ese fue su día de suerte: se nos fue y se salvó... (O no: a lo mejor fue la misma vaca que, despavorida, no lejos atrapó el grupo de San Román: la que fue sacrificada y devorada ... ).
"Fuimos a dar con un bohío muy grande. Allí estaba un campesino, solo, sentado muy tranquilamente. El nos dijo: muchachos, ya han pasado por aqui casi cuarenta de ustedes... Me duele decirles que no tienen salvación: esto está totalmente! rodeado por las milicias. Ese hombre se portó muy bien, y nos dio agua y azúcar.
"Unos jovencitos vecinos nos trajeron yuca, y entonces el campesino nos enseñó la mitad de un billete que le habían entregado aigunos de nuestros compañeros que anteriormente pasaron por allí. El nos aconsejó que para burlar el cerco teníamos que cruzar la carretera adyacente, aunque por élla transitaban muchos camiones del gobierno.
Comprobamos que cada cincuenta pies habla un miliciano de posta. Optamos por dividirnos en dos grupos para hacernos menos visibles. Quedábamos cinco en el mio: mi hermano, Ulloa, Crespo (de 17 años), un entenado de Babún, y un servidor. Ulloa, el mayor de nosotros, fue designado jefe.
PERSEGUIDOS Y APRESADOS
No queremos interrumpir a Emilio. Su relato es tan drimatico e interesante que nuestras preguntas serian innecesarias. Lo dejamos libre, poseido de sus recuerdos...
Malamente vestidos - disfrazados - de civiles, con ropas regaladas por campesinos, nos hablan aconsejado que si nos paraban los milicianos, dijdramos que 6ramos carboneros de Cayo Ramona. Soltamos las armas largas, las escondimos, y nos quedamos con pistolas, un M-3, y granadas, ademis de nuestros cuchillos comandos. Divisamos milicianos, y gateamos una distancia de dos bloques para eludirlos.
Crespito, después de una misión de avanzada, nos dijo que cerca habla un bohío recién pintado y un pozo de agua. Un helicóptero pasó muy bajo, por encima de nosotros. Volvió Crespito rumbo al bohío, pero regresó gritándonos que se acercaban cientos de milicianos...
En los contornos de San Blás, nos descubrieron. Nos tiraron con todos los hierros. Llovían balas hacia nosotros. Mi primo Humberto resultó herido, y paramos de disparar. Entonces nos capturaron. Un sargento, de color, nos permitió que atendiéramos a Ulloa, quien sangraba profusamente por el costado izquierdo. Le pusimos un torniquete, tal como nos habián enseñado en Guatemala.
¿Hacia dónde los llevaron?
Cada vez venían más y más milicianos. Pensé que no eran cubanos, ya que usaban unos collares muy raros, de huesos y cosas de esas, raras... Entonces, mi primo me dice que había reconocido a uno de los captores. Le dije que se callara, que no dijera nada, pero el muy 'cabezón' le gritó a ese militar, muy grueso 61: iEh, gordo!: ¿no te acuerdas de mi?...
El gordinflón vociferó: a éste lo vamos a fusilar primero... Yo regañé a mi primo: ¡Humberto, Humberto, te lo dije!... pero bueno: nos llevaron a un cacerío y nos dieron pan, agua, y mucha guayaba. iQue manera de haber guayaba allí! Después de tres horas de interrogatorios nos condujeron a Playa Girón. Ya antes habian llevado a Humberto y nos habían dicho que lo estaban operando..."
EN LA RASTRA DE LA MUERTE
Al llegar a Girón nos maltrataron: escupióndonos, insultándonos, amenazándonos con el paredón. Nos metieron en una casa donde habían muchos más prisioneros. Entre ellos vi a tres que fusilaron después. Uno fue Pérez Cruzata, quien había estado antes con Efigenio Amejeiras, Jefe de la Policia.
Estábamos decididos a afrontar lo que nos deparara el destino. En un cuarto habíamos más de treinta, y allí encontré a mi primo, tirado en el piso. No lo habían atendido.
Ya nos estamos acercando en la entrevista al momento en que más de cien brigadistas iban a ser introducidos en una rastra de fabricación norteamericana, que era empleada para transportar mercancías congeladas. Aunque no por esta vez, que iba a cargar una preciosa humanidad. A pesar de haber transcurridos treintiún años de ese bestial hecho, Emilio Valdés no puede evitar borrarlo de su mente y sufrir una fuerte emoción cuando habla del mismo. Con la voz afectada nos dice:
Nos alinearon frente a una rastra junto a la que estaba parado el Comandante Osmani Cienfuegos (hermano de Camilo). Un señor (Fernández Vila, Oficial del INRA - Instituto Nacional de la Reforma Agraria) lba llamando a muchos, incluyendo a heridos. En esa lista caímos mi hermano Francisco, Humberto y yo.
En el libro "The Bay of Pigs", su autor, Haynes Johnson, revela que el hijo de José Miró Cardona fue interrogado rudamente por Carlos Rafael Rodríguez, pero que no se doblegó a esa rata comunista. Cuando Fernández Vila pronunció el nombre de Erneido Oliva (capturado el 23 de Abril), Cienfuegos le preguntó que tenía que decir. Oliva respondió con su nombre, rango y número de serie. Vila le gritó que estaba insultando a Osmani, a lo que el prisionero erguidamente contestó: "Cállate, que tu no eres más que un ladrón del INRA."Oliva fue sacado de la rastra, lo que posiblemente salvó su vida.
Cuanda ya habían cerca de 110 brigadistas dentro de la rastra, los que eran vejados de palabra por Cienfuegos - Fernández Vila le dijo que se iban a morir asfixiados. Y así se expresó esa hiena de Castro: "No importa. De todas formas los vamos a fusilar! Tráiganme cuarenta cochinos más!
Buenooo.. sigamos ahora con el espantoso relato de nuestro entrevistado, Emilio Valdés:
Ciertas aquellas palabras de Osmani Cienfuegos. Yo las escuché.
Emilio está completamente emocionado. Le cuesta trabajo hablar. Se hace una pausa muy prolongada. Sergio, Orlando y el periodista también callamos. Le aconsejamos a Emilio que no se apure, que descanse. Ya repuesto, continua:
Yo estimo que habiamos 161 prisioneros en la rastra, y un joven de unos 20 años, campesino de la Ciénaga, que no se por qué lo pusieron con nosotros. Antes de entrar, tratamos de aclarar que 61 no era un invasor, pero no nos hicieron caso. Ese jóven fue uno de los que murió asfixiado.
Más de 40 heridos fueron tirados en su interior. Cerrada la puerta lateral, el vehículo fue puesto en movimiento. Tratamos desesperadamente de volcarlo lanzándonos todos contra los lados, pero inútilmente. Las paredes interiores estaban cubiertas con madera, creo de 'plywood', y lo demás era como macilla muy dura, como un zinc. Un paracaidista que sabía Karate logró romper algunas tablas.
Estábamos muy apiñados y el aire comenzaba a faltar. Fue horrible. La oscuridad era total. Se produció un caos. Difícil de describir aquellas escenas... En la parte de atrás de la rastra logramos hacer algunas hendiduras con los metales de nuestras correas, de nuestros cinturones, y un pedazo de hierro que apareció no se cómo. El Infierno del Dante me lució entonces un paseo por el Prado...
LA IMPRESIONANTE MUERTE DE JOSE MILLÁN
Logramos hacer unos cuatro huequitos de más o menos una pulgada y media cada uno, y claro, éramos muchos para todos poder usarlos. Esas ranuras fueron hechas como a unos tres pies del piso. En la parte del frente de la rastra se produce una gran agitación, ya que allí no había respiración alguna.
Algunos de esos hombres, ya casi desmayados, logramos cargarlos, pasarlos hacia atrás y ponerlos juntos a los huecos. Uno de ellos fue Arteaga, vecino mío en Cuba, quien prácticamente muerto, pudimos revivirlo. Mi hermano, el viejo Guerra y su hijo estaban al lado opuesto del ancho de la rastra.
El viejo Guerra nos arengó para que estuviésemos tranquilos pues asi nos ibamos a salvar. Yo use un hueco y después se lo di a un compañero. Unas naranjas que alguien logró introducir, o que un miliciano nos dio en Girón, nos sirvieron de mucho para calmar la sed. Sobre el piso ya estaban mezclados sudores y desechos humanos.
Poníamos nuestras camisas en las Paredes Para absorber la humedad y el frío de la noche, y pasándolas por nuestros cuerpos nos ayudaba a mantenernos vivos y alertas, pues si uno caía al piso, no se levantaba más. Ya algunos habían muerto. Y he aquí lo que más me impresionó en aquel trágico viaje de ocho horas...
Un compañero, José Millán, saltó del piso y me dio en la cara, sin querer... (las palabras se traban)... Me dejó saber su nombre y que tenía a su esposa e hijas en Miami. Entonces me confesó que se iba a morir en ese momento... que tenía a Jesucristo delante de 61... que nosotros seríamos salvados... No pasaron dos minutos, y Millán cayó muerto. A mi lado.
"La única gran alegría que tuve en toda esa odisea fue encontrarme a mi tío Rosendo Valdés, sano y salvo, en el Palacio de los Deportes."
Supimos que la rastra había llegado al Castillo del Príncipe. Después siguió hasta el Palacio de los Deportes, donde por fin, por primera vez, fue abierta una puerta lateral. Casi no podíamos levantarnos. Mi hermano y el viejo Guerra me ayudaron a salir. Cuando miré hacia atrás, vi a muchos cuerpos en el suelo.
Después supimos que hablan muerto nueve y uno poco después, incluyendo aquel jovencito que no era brigadista. Fue un espectáculo de horror. La culpabilidad directa fue de Osmani Cienfuegos. Noté en el Palacio que muchos militares hicieron gestos desaprobando aquel holocausto, aquella masacre e ignominia. Un verdadero acto de cobardía. Fidel Castro fue tan responsable como Osmani, por respaldarlo.
Cuando se escriba completa la historia de Bahia de Cochinos, se van a saber muchas cosas más.

SERGIO GILBERTO DIAZ MOREJÓN nació el 6 de Septiembre de 1926 en San Juan y Martínez, Pinar del Río. En un bote, salió de Cuba el 16 de Noviembre de 1960, desde la Laguna de la Leche. El 1ro. de Enero de 1961 se alistó en la Brigada 2506, llegando a los campamentos de Guatemala a los pocos días. Su número de Brigadista es el 3238, habíendo pertenecido al Batallón 2, Compañía F, operador de las ametralladoras calibre 30. Sergio Gilberto colaboró con su compañero Orlando Atienza en la redacción de la descripción de la Batalla de Playa Larga, en la que el participó heróicamente.
ORLANDO ATIENZA PEREZ navegó en el "Houston", que se adentró en la Bahía de Cochinos. Manejaba las "bazookas". En ese viejo barco de carga fueron trasladados a la zona de combate los Batallones 2 y 5. Fue comandado por el valeroso Capitán Morse quien desobedeció las órdenes de retirada de la C.I.A. y puso proa hacia Playa Larga, encallando la nave, ya muy averiada por la metralla de la aviaci6n castrista, contra los arrecifes. Orlando fue escogido por sus superiores como "El Soldado Más Destacado en Combate". Actualmente escribe una columna semanal en el periódico "20 de Mayo", de la "Fundación Nacional Cubano Americana".

martes, 7 de noviembre de 2017

MUJERES EN CAUTIVERIO

Colaboración de José Bello

Mujeres en Cautiverio

La política penitenciaria del régimen totalitario que oprime a Cuba, especialmente en cuanto al presidio político, se ha caracterizado, desde sus inicios, por una violencia represiva sin escrúpulos. El ensañamiento y el espíritu de venganza han sobrepasado todos los parámetros de la vileza. Si esto ha sido una constante para los presos políticos, nuestras hermanas, encarceladas por sus ideas y actos por la libertad y dignidad humana y nacional, hubieron de sufrir, con mayor rigor la vesanía de los abyectos carceleros de la tiranía.

Pretendemos asomarnos a los horrores del presidio político de mujeres, para hacer justicia histórica a esa pléyade de heroínas, con tanta frecuencia desconocidas, y denunciar las violaciones de sus derechos humanos.

Damos inicio a nuestro proyecto tomando uno de tantos ejemplos ilustrativos de esta gran tragedia que fue el presidio político cubano de mujeres, por lo peculiar de su história.

María Amalia Fernández del Cueto
 fue detenida en 1961 en avanzado estado de gestación. Sometida por más de cuatro meses al agresivo rigor del Departamento de la Seguridad del Estado (G-2), fue condenada a cuarenta años de prisión. Se la ubicó en la cárcel de mujeres de Guanajay, donde dio a luz a una niña.

En 1962, se produjo una fuga en dicha prisión. El régimen, furioso, como represalia envió a sesenta y seis de las reclusas castigada para la cárcel de Baracoa, en el extremo oriental de la isla. María Amalia fue de las seleccionadas, y tuvo que viajar con su pequeña hija de meses. Las presas políticas fueron trasladadas primero en camiones "rastras" y después en avión bajo fuertes medidas de seguridad con la represión acostumbrada. En la cárcel de Baracoa fueron recibidas bajo las amenazas del maltrato, los insultos y la agresividad usual. Puestas en condiciones muy precarias de higiene y habitación, prácticamentes incomunicadas y alejadas al máximo de sus familiares, las presas políticas castigadas en la prisión de
Baracoa fueron sometidas a un riguroso y abusivo régimen penitenciario. Carentes de los más elementales recursos de vida, sometidas a un programa de maltratos físicos, con una alimetación de hambre y con una muy insuficiente asistencia médica, las presas políticas tuvieron que mantener un permanente enfrentamiento con la guarnición del penal. Los "toques de latas" y las "batidas de rejas" -algunas de las "armas" disponibles por los presos para la protesta- tenían que realizarse frecuentemente para reclamar los más elementales derechos. Muchas de las veces la respuesta de la dirección fuemás golpizas y castigos. Bajo tales circunstancias Amalia tuvo que desprenderse de su hija y entregarla a su hermana y a su suegra, porque en dicha situación era imposible que la criatura viviera.

Para estas sesenta y seis mujeres el castigo en la carcel de Baracoa se extendió por un año. Al regreso, brutalmente aglomeradas en "carros-jaulas", a la prisión de Guanajay, se encontraron con que su pabellón en ésta había sido convertido en celdas tapiadas. Tuvieron que pasar seis meses más allí, dende se les manipulaba hasta el agua.

El recibimiento en la prisión fue con un despliegue inmenso de fuerzas militares con arma larga y bayoneta calada. Sacadas a empujones de las "jaulas", tuvieron que enfrentarse con una violenta y frenética andanada de insultos por parte de toda la guarnición, que además les propinaba golpes a diestra y siniestra por cualquier motivo. A Gloria Arudín le propinaron una terrible golpiza, y a Reina Peñate, que fue a auxiliarla de la turba de milicianos y carceleras que la golpeaba, recibió tantos golpes que fue arrastrada sin sentido por los guardias al pabellón. Cuando volvió en sí, no podía recordar cómo había llegado hasta allí.

Otro de los procedimientos para perturbar psíquicamente a las presas era el uso de altoparlantes dirigidos hacia las galeras, que repetían continuamente todo el adoctrinamiento político del sistema. Las presas estaban obligadas a escuchar los discursos de los dirigentes del régimen.

Fuente:
Testimonios de las ex-presas politicas:
María Amalia Fernández y Reina Peñate.

HOY, COMO AYER. EL MISMO SALVAJISMO

Alexei Mora Montalvo, sacerdote yoruba y directivo nacional del frente de la resistencia ofrece un escalofriante y firme testimonio de las torturas de las que fue victima hace apenas unas horas. Por Jorge L. Perez Antunez.

Para verlo haga click en el enlace.

-- https://youtu.be/MYuVRUls0XE

sábado, 4 de noviembre de 2017

INTRODUCCION SOBRE SOLICITUD




IMPORTANTISIMO

Estimados amigos de las redes sociales, cubanos y demócratas en general,

Estoy trabajando en una página que se llama JIRONES DE NUESTRA HISTORIA con el propósito de poner en ella todo lo más sobresaliente de la tragedia que hemos vivido los cubanos producto de la tiranía castro-comunista. Lo hago porque, generalmente, las generaciones posteriores a la nuestra (después de 1959) desconocen la tragedia que han vivido y están viviendo los cubanos. Además, la propaganda comunista es tan grande que los pueblos del mundo apenas si conocen la décima parte de lo que ha hecho el comunismo con nosotros. También, con el mismo nombre, abrimos una página en Facebook. Por supuesto, casos de extrema crueldad que hayan ocurrido o estén ocurriendo en la actualidad los publicaremos también.
El objetivo principal es hacer una cadena cibernética compuesta por miles de compatriotas y demócratas en general a fin de reenviar a todos nuestros contactos todo lo que recibamos a través de “Jirones de Nuestra Historia” para que dicha información pueda llegar a cientos de miles de cibernautas. En vista de lo cual, estoy haciendo una lista de cien contactos pidiéndole a la vez a dichos contactos que hagan otras listas, con quienes quieran comprometerse. Por supuesto, quien no quiera que su nombre aparezca en la lista maestra que no se comprometa. Busco solamente a contactos que se consideren plenamente comprometidos con este propósito. A la vez pido a todos mis contactos y a los amigos/as de mis contactos, que si saben de temas que concuerden con Jirones de Nuestra Historia, por su crueldad, que por favor me lo hagan llegar. El enlace del blog es: www.jironesdenuestrahistoria.blogspot.com. El nombre en Facebook es el mismo: “Jirones de Nuestra Historia”. Además, pueden enviarme trabajos a mi correo electrónico cubaexilio@gmail.com y a mi página de Facebook Israel Abreu. El que quiera, y pueda, colaborar en este esfuerzo que me mande su nombre y recuerden, solamente pondremos en dichas páginas casos referentes a nuestra tragedia. Gracias,

JUNTOS PODEMOS!!


Israel Abreu

FUSILAMIENTO DE RAMIREZ Y 4 MAS

viernes, 3 de noviembre de 2017

BAYONETAZOS A ISRAEL ABREU

TESIMONIO DE ISRAEL ABREU SOBRE GOLPIZA RECIBIDA

Jirones de Nuestra Historia:


Luis Israel Abreu:  trabajo  forzado en Isla de Pinos

            Al dar inicio el Plan de Trabajo Forzado Camilo Cienfuegos de Isla de Pinos, a finales del año 1964, plan cuyo objetivo principal era obligar a los reclusos  a pasar para el Plan de Rehabilitación,  dividieron a los miles de presos políticos  que allí nos encontrábamos en bloques y brigadas de trabajo. A mí me ubicaron en un bloque de trabajo compuesto totalmente por estudiantes debido a que yo era  estudiante  también. El Bloque 19, que así lo llamaron, mantenía un gran nivel de con-ciencia  ya que al ser todos estudiantes era más fácil ponernos de acuerdo para resistir al trabajo forzado.
            Primeramente nos llevaron a trabajar a las canteras de piedra de Isla de Pinos donde fuimos sometidos a todo tipo de atropellos para hacernos trabajar. Sin embargo,  no lograron romper nuestra resistencia al trabajo forzado lo que manifestábamos constantemente al trabajar y caminar a paso de jicotea. Todos los días regresábamos de las canteras con nuestros cuerpos magullados y ensangrentados por tanto golpe que recibíamos. Nuestra rebeldía llegó a tal punto que a los pocos días de estar trabajando el gobierno decidió no sacarnos más a trabajar hasta elaborar alguna  estrategia que lograra doblegar nuestra rebeldía.
            A los cinco o seis meses de aquella inactividad, empezó a correr un rumor de que nos sacarían nuevamente y que para ello habían decidido poner al frente del Bloque 19 a un Teniente apodado "Girón" y al Cabo Carbonel,  más conocido como "Campeón" por lo fuerte que pegaba. El Teniente Girón venía precedido de gran "fama" y, según sus propios comenta-rios, nos haría trabajar por las buenas o por las malas. Desde la primera salida nos dimos cuenta de que el Teniente Girón era un asesino profesional y que estaba dispuesto a llevar las cosas hasta las últimas consecuencias. Lo primero que hizo fue cambiarnos de trabajo. En  vez de llevarnos nuevamente a las canteras, nos llevaron a arrancar yerba a los potreros, donde podrían aplicarnos todo tipo de tácticas sicológicas y brutales para hacernos trabajar. Nos pusieron a trabajar en una larga fila horizontal para que avanzáramos todos al mismo tiempo, mientras que él y el Cabo Campeón recorrían la hilera de presos encorvados dándonos planazos por las espaldas y pinchándonos con sus largas bayonetas. Al ver que ni con esto nos hacían correr mientras arrancábamos la yerba, el Teniente Girón cargó en sus brazos una ametralladora calibre 30 y, lanzando gritos como un loco, recorría aquel potrero dándonos golpes y amenazándonos con ametrallarnos. Aún cuando el Bloque 19 estaba aterrorizado, a nadie le pasaba por la mente acogerse al plan de rehabilitación. Todas las noches regresábamos al edificio sumamente golpeados y nos acostábamos pensando en la paliza del próximo día. 
            En la mañana del 2 de noviembre de 1965, mientras esperábamos en fila para empezar a arrancar la yerba con picos y palas, vimos cómo el Cabo Campeón se le abalanzaba encima a uno de los estudiantes más jóvenes, más débiles, con un palo en la mano, y lo golpeaba salvajemente. Ya para entonces, no importaba que trabajásemos. Lo que ellos querían era someternos por la fuerza al plan de  reeducación, no importando lo que rindiésemos en el trabajo. Yo no pude aguantar más tanto abuso y me acordé de aquel pensamiento de nuestro apóstol José Martí, que decía que "valía más morir de pie que vivir de rodillas". Me salí de la fila, clavé el pico en la tierra y le dije al Teniente Girón que yo no trabajaba más. Girón asombrado desenfundó su bayoneta para golpearme, pero en esos momentos vio que otro estudiante, Ricardo Vázquez Pérez, hacía lo mismo que yo, por lo que cambió su airado rostro por una expresión cínica y nos dijo que nos sentáramos a descansar para que luego siguiéramos trabajando. Se llevó al Bloque lejos, y al poco rato vino y se sentó junto a nosotros, tratando de convencernos para que volviéramos a trabajar. Le dijimos que como que ellos nos golpeaban aunque trabajáramos, preferíamos que nos golpearan sin trabajar. Al ver que no nos pudo convencer, envió al Cabo Campeón a la Dirección del Penal para que le orientaran sobre lo que debía hacer con nosotros. Las instrucciones no se hicieron esperar. 
            Al cabo de una hora, llegaron al potrero varios "jeeps" cargados de guardias, que se parquearon a unos 100 metros de donde nos encontrábamos. El Teniente Girón le quitó el afilado estilete a uno de los fusiles Lenin y lo tomó en la mano izquierda, mientras que en la derecha empuñaba su larga bayoneta. Campeón, mientras tanto, cortó un palo de una mata de guayaba y se aproximó amenazante a Ricardo. Ambos nos dijeron que corriéramos hacia los jeeps pero al ver que seguíamos caminando empezaron a golpearnos sin compasión. Girón hundía el estilete en mis muslos una y otra vez al mismo tiempo que me golpeaba en la espalda con el plan de la bayoneta que esgrimía en la mano derecha. Yo sentía la punta del estilete cortando mis carnes, y los planazos cayendo sobre mi espalda  pero no podíamos correr porque lo que ellos querían era que corriéramos para mostrar ante nuestros compañeros que teníamos miedo. Aún bajo la tremenda golpiza que me estaban propinando tenía ánimo para mirar hacia donde estaba Ricardo a quien golpeaban tan salvajemente como a mí, con aquel largo y flexible guayabo que se curvaba en sus espaldas, levantándole tremendos verdugones.  
            Al llegar al hospital, nos bajaron y nos hicieron caminar hacia la entrada sin importarles lo débiles que estábamos.  Pero para asombro de todos yo me negué a dejarme curar  alegando que ellos lo que querían era curarme para sacarme de nuevo a trabajar.  Según me dijeron posteriormente, yo tenía más de 80 piquetes en las nalgas y los muslos. Las heridas que necesitaron puntos  fueron más de 10.  Después de la operación, me ingresaron en una de las salas del hospital donde me encontré con Ricardo. Este tenía la espalda inflamada por tantos golpes recibidos.  A la hora de la comida nos negamos a ingerir alimento. Al preguntársenos que por qué no comíamos, les respondimos que ellos querían que comiéramos para seguir golpeándonos y que por lo tanto no volveríamos a comer hasta que nos sacaran del área de trabajo forzado. Después de cinco días sin ingerir alimento alguno nos trasladaron para el edificio con los demás compañeros para ver si ellos nos convencían de que comiéramos. Pero al continuar en nuestra postura de no comer nos trasladaron nuevamente para el hospital para amarrarnos y alimentarnos por la fuerza. Así, entre el hospital y el edificio donde estaban recluidos el resto de los estudiantes, transcurrieron entre 40 y 50 días  hasta que, una mañana, teniéndonos en el edificio subieron Girón y varios guardias más al  tercer piso donde  nos tenían acostados en sendos camastros. En forma amenazadora Girón se acercó hasta el camastro donde yo yacía y, dando un planazo en uno de mis brazos me ordenó que me levantara porque "hoy vas a trabajar de todos modos" me dijo.
            Me tomaron entre varios guardias y me pusieron de pie en el trayecto que conducía a la puerta de salida donde miles de presos se arremolinaban montando en los camiones que los llevarían a los campos de trabajo forzado. Tambaleándome caminé hacia dicha salida y al llegar a donde estaba el camión que conduciría al Bloque 19 compuesto, como ya dije, de estudiantes, me negué a subir. El Teniente Girón les ordenó a dos estudiantes, a Arturo Moradiellos y al Chino Menéndez, que me subieran al camión, pero estos se negaron alegando que respetaban mi determinación a no trabajar. Con sus ma-chetes y bayonetas los golpearon cruelmente, pero ellos resistieron.  Finalmente tuvieron que subirme los propios guardias y depositarme acostado en la cama del camión.  Al llegar al potrero detuvieron al camión y mandaron a bajar a los estudiantes, mientras que a mí me bajaron los propios guardias y me depositaron sobre la yerba húmeda. Al resto de los reclusos se los llevaron  para dar inicio a la jornada de trabajo. Aunque yo permanecía con los ojos cerrados,  me di cuenta que el Cabo Campeón y algunos soldados más se encontraban parados junto a mí. De inmediato sentí una patada en el costado derecho mientras una voz tronaba a mis oídos diciéndome. "Arriba, levántate que vas a trabajar". Al no responder afirmativamente, el Cabo comenzó a virarme boca abajo mientras me bajaba los pantalones. Sentí  entonces que colocaba la punta de la bayoneta en  una de mis nalgas la que penetraba lentamente en mis carnes desnudas. Esto lo acompañaba con la frase de  "Arriba, bravo,  párate que vas a trabajar". Como que yo continuaba inmutable, con los ojos cerrados, empujó la punta de la bayoneta hasta que ésta chocó con el hueso de la cadera y un dolor sin precedentes laceró mis carnes. Noté que Campeón sacaba la bayoneta de mis carnes, y un profundo silencio siguió a su gesto. Yo estaba dispuesto a soportar aquello hasta las últimas consecuencias, pues presentía que ésa era la última prueba por la que tendría que pasar.  Estando en estas cavilaciones sentí nuevamente la punta de la bayoneta penetrando por la misma herida que me habían hecho  mientras que la gruesa voz de Campeón  tronaba: "¡Arriba, bravo, que vas a trabajar!".  Y eso fue lo último que oí, pues cuando la punta de la bayoneta chocó nuevamente con el hueso de mi cadera el Cabo Campeón, con la insensibilidad propia de un criminal profesional, le dio vuelta a la bayoneta dentro de la herida, perdiendo prácticamente el conocimiento. Cuando recuperé plenamente la conciencia me encontraba en una cama de la enfermería del penal después de haberme dado varios puntos en aquella enorme herida producida por la bayoneta de Campeón. 
Después de esa cruel prueba me subieron nuevamente al camión y se dirigieron al edificio de donde me habían sacado, pero no para dejarme allí sino para recoger al otro recluso y gran amigo mío que plantó conmigo, Ricardo Vázquez Pérez, quien no tuvo que pasar por esta última prueba debido a su mal estado de salud. De ahí nos condujeron a los pabellones de castigo donde había una docena más de reclusos que habían "plantado" al trabajo forzado, entre ellos los periodistas Alfredo Izaquirre Rivas y el Dr. Emilio Adolfo Rivero Caro, los primeros que se negaron a trabajar. Este era el requisito principal que habíamos puesto para volver a comer. Que nos sacaran del área de trabajo forzado, no importaba para dónde.  En los pabellones, o calabozos de castigo de Isla de Pinos  nos tuvieron varios meses sin recibir visitas y sin ver la luz del sol, hasta que un día nos mandaron a recoger las pocas pertenencias que teníamos y nos  trasladaron para La Cabaña, prisión de terrible recordación, ya que en sus fosos habían sido fusilados cientos de cubanos por el único delito de querer libertad y democracia para nuestra patria. Nuestra estancia en la Cabaña no fue tampoco un lecho de rosas. Muchos jirones más de nuestra historia quedaron enredados en sus barrotes y húmedas paredes, que más adelante relataremos.  

Luis Israel Abreu, preso político # 30026

 

1 comentario:

  1. Desnudo y realista narracion de las torturas y sufrimientos de los presos politicos cubanos bajo la dictadura castro fascista comunista, la tirania castrista no tiene ningun reparo en asesinar o desaparecer a los que se atreven a combatirla.
    Fernando Fernandez
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